jueves, 7 de julio de 2011

Astronautas

El término astronauta designa a todo el personal de un objeto espacial, a la tripulación de una nave espacial e incluso, "a toda persona que se encuentre en la luna".[1] A los viajeros espaciales soviéticos o entrenados en la Unión Soviética y, actualmente, en Rusia, se les denomina normalmente cosmonautas y a los de la República Popular China o entrenados por ellos, taikonautas.


El éxito de una misión espacial implica que los astronautas cuenten con una técnica fiable, una serie de conocimientos especializados, una buena forma física y cierta estabilidad psíquica.
Entre las secuelas fisiológicas más comunes tras las estancias extraterrestres se encuentran los trastornos del sueño, la debilitación del sistema inmunitario, algunas atrofias musculares, la erosión de huesos y la carga radiactiva, que provoca que, a mayor tiempo en el espacio, más aumente la tasa de mutación de los cromosomas del ser humano y, por tanto, el riesgo de cáncer.
Patologías asociadas

Entrenamiento para astronautas

Para que puedan viajar por el espacio, los astronautas tienen que pasar por cientos de horas de entrenamiento. Este entrenamiento se divide en tres secciones principales.

Primero, los novatos que desean reunir las condiciones para ser astronautas tienen que aprobar un curso de entrenamiento básico de un año de duración. En ese año, los aspirantes a astronautas aprenden materias como ciencia y tecnología espaciales, adquieren conocimientos médicos básicos y conocen el funcionamiento de la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) Asimismo, se familiarizan con las técnicas de submarinismo.
 
Después de esta primera parte, cursan otro año de entrenamiento avanzado, para conocer más detalladamente los diversos componentes de la ISS, los experimentos y los vehículos de transporte y la participación del centro de control terrestre en las misiones.
Training in full-size mock-up of ISS module
Pedro Duque
Entonces se les podrá asignar a una misión. Cooperando en la mayor medida posible con los demás miembros de la tripulación, aprenden las tareas especiales relacionadas con su misión y se familiarizan con la ingravidez participando en vuelos parabólicos.
A lo largo de varios años, los astronautas llegan a conocer muy bien a sus colegas puesto que visitan centros de entrenamiento en Estados Unidos, Rusia, Japón, Canadá y Europa. Este entrenamiento puede incluir el aprendizaje de un idioma extranjero, el ruso, por ejemplo, dado que el inglés ya es obligatorio, así como la adquisición de conocimientos sobre los experimentos científicos y las actividades especiales de cada misión.
 
 
 
Patologías asociadas
 
As
 

El éxito de una misión espacial implica que los astronautas cuenten con una técnica fiable, una serie de conocimientos especializados, una buena forma física y cierta estabilidad psíquica.
Entre las secuelas fisiológicas más comunes tras las estancias extraterrestres se encuentran los trastornos del sueño, la debilitación del sistema inmunitario, algunas atrofias musculares, la erosión de huesos y la carga radiactiva, que provoca que, a mayor tiempo en el espacio, más aumente la tasa de mutación de los cromosomas del ser humano y, por tanto, el riesgo de cáncer.


La ingravidez repentina es la causa de la mayor parte de los problemas físicos en el espacio: mareos, falta de apetito, náuseas y vómitos, los cuales solo empiezan a remitir de 2 a 4 días después. Con todo, a largo plazo se presentan otros problemas derivados de la falta de gravedad; el más importante es la destrucción de masa muscular, que empieza a producirse apenas dos semanas después del inicio del vuelo, debe contrarrestrarse con un intensivo ejercicio físico por parte de los astronautas.

Otro problema frecuente es la hinchazón de la cara (en inglés, Puffy Face) en los primeros días en el espacio, debido a un exceso de sangre proveniente de los miembros superiores. Las repercusiones en la rigidez facial pueden ocasionar problemas de entendimiento con otros compañeros de misión.

En cuanto a las funciones cognitivas básicas (percepción, memoria y pensamiento lógico) se mantiene estables. Sin embargo, por lo que respecta al área psicomotora son perceptibles determinadas pérdidas funcionales: algunos movimientos voluntarios se ralentizan y se vuelven imprecisos, y la ejecución de tareas simultáneas se hacen más difíciles.

Psíquicamente, el aislamiento durante las misiones puede provocar un estado de astenia, sobre todo a partir de la mitad de la misión: pasividad en aumento, fallos de atención, sensación de agotamiento, irritabilidad, depresión, etc. Debido a esto, en la Estación Espacial Internacional se viene desde hace tiempo aplicando el llamado Human Behavior Performance Program con el objeto de combatir el aburrimiento y el aislamiento social. Entre los métodos utilizados se encuentran el poner a disposición de los astronautas películas, discos, páginas personales para relacionarse con la vida en la tierra, videoconferencias familiares y una conferencia psicológica privada cada dos semanas con un psicólogo en tierra.

En el nivel colectivo, las condiciones especiales de la vida en el espacio pueden provocar tensiones y conflictos. Además, las diferencias culturales pueden también generar problemas en el grupo.

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